Higiene oral para niños: empezar pronto y bien
Los dientes sanos son fundamentales para disfrutar de una infancia saludable. Los dientes sirven para masticar, para pronunciar con claridad y para exhibir una resplandeciente sonrisa. Los padres desempeñan un papel fundamental en la salud dental de sus hijos.
Es especialmente importante despertar en el niño entusiasmo y motivación en el cuidado de los dientes. Está en la mano de los padres ser un buen ejemplo, tanto cuando le enseña a cepillarse correctamente, como cuando le lleva a una revisión al dontopediatra. ¡Y no hay que olvidar elogiarle después de cepillarse los dientes y alabar su radiante sonrisa!
De los primeros dientes…
La dentición suele comenzar con la aparición de los 4 incisivos, entre los 6 meses y el año de edad. Esta aparición suele conllevar dolor y sensibilidad en las encías de los niños, que presentarán un aspecto enrojecido o inflamado. El odontopediatra facilitará a los padres consejos sobre cómo aliviar al niño.
Alrededor de los 3 años, la mayoría tiene ya la dentadura completa con los 20 dientes primarios (o dientes de leche). Aunque acabarán siendo
reemplazados por las piezas permanentes, el cuidado adecuado de estos primeros dientes es muy importante. Al ocupar los dientes de leche el espacio que
ocuparán los dientes definitivos, si se pierde un diente de leche, el definitivo podría salir torcido.
…hacia la dentadura definitiva
El niño empezará a perder sus dientes de leche aproximadamente a los 6 años. El proceso de sustitución de los dientes de leche por los definitivos puede durar hasta los 12 ó 13 años. Cuando aparezcan las muelas del juicio, en torno a los
18 años, el niño ya tendrá una dentadura completa de 32 dientes
definitivos.
Dado que el proceso de sustitución de dientes de leche por dientes definitivos es gradual, mantener la limpieza de todos los dientes puede llegar a
ser un reto. Sobre todo, porque el niño tendrá piezas permanentes de mayor tamaño creciendo junto a dientes primarios más pequeños y estas irregularidades dejan numerosos huecos en los que pueden acumularse comida y la placa.
La placa es la capa pegajosa e incolora de bacterias que se forma continuamente sobre los dientes y que, si se acumula, es una de las principales causas de aparición de caries dental y enfermedad gingival. Si se detecta y trata precozmente, la enfermedad gingival puede controlarse en la mayoría de los casos.
¡Necesitará
tu ayuda!
De todos los grupos de edad, los niños son el de mayor riesgo de presentar caries, ya que tienden a comer con más frecuencia y aún no son expertos en el cepillado dental. Enseña a los niños a no tomar alimentos dulces ni bebidas azucaradas: ofréceles tentempiés sanos, como pan o
fruta, que les ayuda a conservar los dientes sin caries.
Cuando tengas que cepillarles tú, hazlo del mismo modo en el que te cepillas los dientes. Suele ayudar situarse detrás del niño e inclinar hacia atrás su cabeza. Utiliza un cepillo de filamentos suaves especial para niños y pasta con flúor (menos de la mitad de la que utilizas para ti). También existen pastas especiales para niños.
1- Empieza limpiando las superficies de las muelas con un movimiento de atrás hacia delante.
2- Para la superficie exterior de los dientes, coloca el cepillo en un ángulo de 45º en dirección con la línea de las encías.
3- Haz movimientos suaves y breves, moviendo el cepillo de atrás hacia delante.
4- Para limpiar las superficies frontales interiores, mantén el cepillo hacia arriba y haz movimientos suaves de arriba abajo con la punta del cepillo.
5-
No olvides cepillar la línea de las encías y asegúrate de haber alcanzado los
últimos dientes del fondo.
6- Cambia de cepillo cada 3 meses o cuando notes que los filamentos están desgastados. Y, no dejes que los niños compartan sus cepillos: cada uno debe
tener el suyo.
Buenas costumbres: cepillarse los dientes juntos es un buen
ejemplo
A los 3 o 4 años de edad el niño deberá ser capaz de limpiarse los dientes por sí mismo, por supuesto con ayuda. Para que le resulte más fácil, conviene empezar por enseñarle una técnica sencilla. Por ejemplo, un movimiento de cepillo circular.
Aunque varía de un niño a otro, los niños menores de 8 años suelen necesitar ayuda para limpiarse los dientes. Debemos enseñarles a cepillarse los dientes como mínimo dos veces al día, por la mañana y antes de irse a la cama, dedicando 2 minutos al cepillado. Es importante dedicar especial atención a las superficies de las muelas y los dientes de detrás, donde se desarrollan primero las cavidades así como enseñar al niño a enjuagarse los restos de pasta que hayan quedado después del cepillado.
Es especialmente importante despertar en el niño entusiasmo y motivación en el cuidado de los dientes. Está en la mano de los padres ser un buen ejemplo, tanto cuando le enseña a cepillarse correctamente, como cuando le lleva a una revisión al dontopediatra. ¡Y no hay que olvidar elogiarle después de cepillarse los dientes y alabar su radiante sonrisa!
De los primeros dientes…
La dentición suele comenzar con la aparición de los 4 incisivos, entre los 6 meses y el año de edad. Esta aparición suele conllevar dolor y sensibilidad en las encías de los niños, que presentarán un aspecto enrojecido o inflamado. El odontopediatra facilitará a los padres consejos sobre cómo aliviar al niño.
Alrededor de los 3 años, la mayoría tiene ya la dentadura completa con los 20 dientes primarios (o dientes de leche). Aunque acabarán siendo
reemplazados por las piezas permanentes, el cuidado adecuado de estos primeros dientes es muy importante. Al ocupar los dientes de leche el espacio que
ocuparán los dientes definitivos, si se pierde un diente de leche, el definitivo podría salir torcido.
…hacia la dentadura definitiva
El niño empezará a perder sus dientes de leche aproximadamente a los 6 años. El proceso de sustitución de los dientes de leche por los definitivos puede durar hasta los 12 ó 13 años. Cuando aparezcan las muelas del juicio, en torno a los
18 años, el niño ya tendrá una dentadura completa de 32 dientes
definitivos.
Dado que el proceso de sustitución de dientes de leche por dientes definitivos es gradual, mantener la limpieza de todos los dientes puede llegar a
ser un reto. Sobre todo, porque el niño tendrá piezas permanentes de mayor tamaño creciendo junto a dientes primarios más pequeños y estas irregularidades dejan numerosos huecos en los que pueden acumularse comida y la placa.
La placa es la capa pegajosa e incolora de bacterias que se forma continuamente sobre los dientes y que, si se acumula, es una de las principales causas de aparición de caries dental y enfermedad gingival. Si se detecta y trata precozmente, la enfermedad gingival puede controlarse en la mayoría de los casos.
¡Necesitará
tu ayuda!
De todos los grupos de edad, los niños son el de mayor riesgo de presentar caries, ya que tienden a comer con más frecuencia y aún no son expertos en el cepillado dental. Enseña a los niños a no tomar alimentos dulces ni bebidas azucaradas: ofréceles tentempiés sanos, como pan o
fruta, que les ayuda a conservar los dientes sin caries.
Cuando tengas que cepillarles tú, hazlo del mismo modo en el que te cepillas los dientes. Suele ayudar situarse detrás del niño e inclinar hacia atrás su cabeza. Utiliza un cepillo de filamentos suaves especial para niños y pasta con flúor (menos de la mitad de la que utilizas para ti). También existen pastas especiales para niños.
1- Empieza limpiando las superficies de las muelas con un movimiento de atrás hacia delante.
2- Para la superficie exterior de los dientes, coloca el cepillo en un ángulo de 45º en dirección con la línea de las encías.
3- Haz movimientos suaves y breves, moviendo el cepillo de atrás hacia delante.
4- Para limpiar las superficies frontales interiores, mantén el cepillo hacia arriba y haz movimientos suaves de arriba abajo con la punta del cepillo.
5-
No olvides cepillar la línea de las encías y asegúrate de haber alcanzado los
últimos dientes del fondo.
6- Cambia de cepillo cada 3 meses o cuando notes que los filamentos están desgastados. Y, no dejes que los niños compartan sus cepillos: cada uno debe
tener el suyo.
Buenas costumbres: cepillarse los dientes juntos es un buen
ejemplo
A los 3 o 4 años de edad el niño deberá ser capaz de limpiarse los dientes por sí mismo, por supuesto con ayuda. Para que le resulte más fácil, conviene empezar por enseñarle una técnica sencilla. Por ejemplo, un movimiento de cepillo circular.
Aunque varía de un niño a otro, los niños menores de 8 años suelen necesitar ayuda para limpiarse los dientes. Debemos enseñarles a cepillarse los dientes como mínimo dos veces al día, por la mañana y antes de irse a la cama, dedicando 2 minutos al cepillado. Es importante dedicar especial atención a las superficies de las muelas y los dientes de detrás, donde se desarrollan primero las cavidades así como enseñar al niño a enjuagarse los restos de pasta que hayan quedado después del cepillado.
Cartel cuidado de la salud
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